Recomendaciones de la OMS de planificación para los eventos multitudinarios en el contexto de COVID-19 (versión de 19-3-2020)

El pasado 19 de marzo, la OMS publicó una nueva versión de las Recomendaciones clave de planificación para eventos masivos en el contexto del COVID-19. De acuerdo con lo que indican en su web, este documento debe leerse junto con la Salud pública de la OMS para eventos masivos: consideraciones clave. que proporciona asesoramiento general sobre los aspectos de salud pública en los eventos multitudinarios.

Las recomendaciones son una  adaptación de las consideraciones de la OMS provisionales de planificación publicadas anteriormente para las reuniones de masas en el contexto de la pandemia (H1N1) 2009 de la gripe , y las reuniones internacionales que asistieron individuales s de los países afectados por la enfermedad del virus de Ébola 

Reproduzco en este escrito de manera no literal ni del todo completa el documento, traduciéndolo al castellano (cambiando algunas palabras y expresiones para que sea más comprensible en algún caso), siguiendo el mismo esquema y por tanto distinguiendo tres fases para las que ofrecen unas recomendaciones específicas: la planificación, la fase operativa y el post-evento. Para una mayor rigurosidad, recomiendo ir a la fuente original y siempre estar pendiente de las actualizaciones que sin duda alguna se irán publicando. 

 

COVID- OMS

 

  1. FASE DE PLANIFICACIÓN

 

  1. Comunicación con las autoridades locales y nacionales. Los organizadores de eventos deben establecer relaciones directas con las autoridades de salud tanto locales como nacionales. El organizador y la agencia pública de salud deben designar a las personas concretas que mantendrán ese contacto. Entre ellos debe compartirse la información 24h al día,  intercambiar los datos sobre los riesgos, evaluaciones y planes.
  1. Evaluación de riesgos. La decisión de celebrar el evento multitudinario, restringirlo, modificarlo, posponerlo o cancelarlo, se debe basar en una evaluación exhaustiva de los riesgos. Esa evaluación debe realizarse por los planificadores del evento en asociación con las autoridades de salud pública locales y nacionales.

Para eventos de gran afluencia, la OMS puede ofrecer asesoramiento y asistencia técnica para ayudar a evaluar los riesgos de salud pública asociados con el acto.

Las consideraciones generales para la evaluación de riesgos incluyen lo siguiente:

  • Se debe realizar una evaluación integral del riesgo al comienzo de la fase de planificación, se debe revisar regularmente durante la planificación y actualizarlo inmediatamente antes de entrar en la fase operativa.
  • La evaluación de riesgos incluirá los input de autoridad de salud pública y debe tener en cuenta la evaluación de la seguridad del evento.
  • En relación con COVID-19, la evaluación de riesgos debe incluir la consulta técnica actualizada de la información y recomendaciones de la OMS y asegurarse que de realizar una actualizada evaluación de la situación epidemiológica.
  • La evaluación de riesgos para el evento debe estar coordinada e integrada con la evaluación nacional de riesgos del país donde se realiza el evento.

La información específica necesaria para la evaluación de riesgos incluye:

  • La situación global de COVID-19 informada por la OMS
  • El informe nacional de situación COVID-19.
  • La evaluación de riesgos para COVID-19 que debe considerar tanto características generales como características específicas.

 

Las características generales de COVID-19 incluyen:

  • Dinámica de transmisión.
  • Futura propagación probable de la epidemia.
  • Gravedad clínica.
  • Opciones de tratamiento, incluidos los productos farmacéuticos disponibles.
  • Potencial de prevención, incluida la vacuna.

Las características específicas del evento que deben considerarse incluir son las siguientes:

  • Densidad de ocupación.
  • La naturaleza del contacto que puede haber entre los asistentes (por ejemplo, según el tipo de evento – un concierto, evento religioso… – si es interior o exterior, el diseño del recinto…)
  • Si en el evento habrá asistentes registrados y no registrados.
  • Profesión de los asistentes y su posible exposición previa.
  • Número de asistentes provenientes de países o áreas afectadas por el brote de COVID-19 en los 14 días antes del evento.
  • Edad de los asistentes.
  • Tipo de evento: deportivo, festival, religioso, político, cultural…
  • Duración y medio de transporte de los participantes; Si la duración del evento es más largo que el período de incubación de la infección por COVID-19 (14 días), entonces pueden darse casos mientras el evento está en marcha. Por el contrario, si la duración es más corta, la mayoría de los casos probablemente se detectarán después del evento, cuando las personas viajen y regresen a su país de origen.
  1. Plan de acción específico para COVID-19

Se deben desarrollar planes de acción para mitigar todos los riesgos identificados en la evaluación. Algunas acciones serán responsabilidad de la autoridad de salud pública,  otras del proveedor local de servicios de salud y otras del organizador del evento. Cada plan de acción debe especificar quién es responsable de realizar cada acción, en qué plazo, cómo y por quién.

Los planes de acción deben incluir:

  • Integración con la planificación nacional de emergencias y planes de respuesta para enfermedades infecciosas.
  • Mecanismos de “mando y control” para facilitar la comunicación rápida de información y eficiente análisis de situación y toma de decisiones.
  • Requisitos de evaluación apropiados para los asistentes al evento, por ejemplo, ¿serán los asistentes examinados para detectar síntomas COVID-19 a la llegada?
  • Vigilancia y detección de enfermedades, por ejemplo, ¿cómo se reconocerá y diagnosticará la enfermedad a los asistentes.
  • Tratamiento – por ejemplo, ¿cómo y dónde serán aislados y tratados los asistentes enfermos?
  • Puntos de toma de decisiones: por ejemplo, ¿quién decidirá si los participantes afectados pueden continuar o reanudar su papel en el evento? ¿qué puede ser indicador de tomar la decisión de reconsiderar o revisar los planes? ¿Qué puede desencadenar la postergación o cancelación del evento?

Si se toma la decisión de realizar con el evento multitudinario, la planificación debe considerar medidas para:

  • Detectar y monitorear el virus.
  • Reducir la propagación del virus.
  • Gestionar y tratar a las personas enfermas.
  • Difundir mensajes de salud pública específicos para COVID-19.

 

  1. Evaluación de la capacidad y los recursos

La evaluación y la capacidad de los recursos incluye:

  • Las autoridades nacionales de salud deben evaluar si se necesitan recursos y capacidad adicionales para realizar acciones apropiadas de mitigación de riesgos a la comunidad local durante y después del evento, por ejemplo, aumentar la capacidad de realizar la prueba de diagnóstico, instalaciones de aislamiento y tratamiento, y recursos para seguimiento de contactos.
  • Los organizadores del evento deben evaluar la capacidad necesaria y los recursos disponibles específicos para el COVID-19 para las acciones de atenuación de los riesgos que surjan de la evaluación de riesgos.
  • La capacidad y los recursos deben coordinarse con la autoridad de salud pública y el servicio de salud proveedor para evitar duplicaciones o lagunas.

 

  1. Comunicación de riesgos y plan de participación comunitaria

Los organizadores del evento deben estar de acuerdo con la autoridad de salud pública sobre cómo los asistentes y la población local se mantendrán informados de la situación sanitaria, principales acontecimientos, y cualquier consejo relevante y acciones recomendadas.

 

  1. FASE OPERATIVA

No hay datos experimentales publicados específicos para la planificación e implementación de un evento masivo durante el brote de COVID-19. Sin embargo, las medidas que se adopten deben garantizar la comunicación periódica entre el organizador del evento  y la autoridad de salud pública.

Las medidas deben incluir:

  • Intercambio periódico y completo de información por parte de los organizadores y autoridades de salud pública.
  • Medidas para proporcionar a los participantes información sobre cómo acceder a consejos de salud.
  • Medidas para evaluar de manera continua y dinámica el riesgo a cargo de la salud pública autoridad y organizadores a medida que avanza el evento.
  • Medidas para comunicarse con los asistentes y con la población local para asegurar que los mensajes son coherentes.

La OMS considera que hasta la fecha, no hay evidencia científica para apoyar la detección de los asistentes como una medida eficaz.

  1. Comunicación de riesgos

La comunicación de riesgos es una parte esencial de los eventos multitudinarios. Deben considerarse las siguientes medidas.

  • Los mensajes clave para la población local y participantes del evento deben ser coordinados y coherentes.
  • Se debe considerar cómo los mensajes sobre el riesgo serán comunicados rápidamente a la población y a los asistentes del evento si ocurre un incidente.

Los mensajes deben incluir:

  • Una evaluación general del riesgo local.
  • Asesoramiento sobre medidas preventivas, especialmente “modales” respiratorios (toser en el codo, etc) y prácticas de higiene de manos.
  • Consejos sobre cómo acceder a la atención médica local si necesario, incluyendo cómo hacerlo sin crear un riesgo para los sanitarios.
  • Consejos sobre autoaislamiento y sobre no asistir al evento si se desarrollan síntomas.
  • Información sobre los signos y síntomas de la enfermedad, incluyendo síntomas de advertencia de enfermedad grave que requieran atención médica inmediata.
  • Consejos sobre autocontrol de síntomas y signos para participantes que viajan desde países afectados, incluyendo el control de su temperatura.
  • Información sobre que la OMS actualmente no recomienda cuarentena para viajeros sanos ni otras restricciones de viaje.
  • Información de que usar una mascarilla facial es recomendado para asistentes que tienen síntomas de problemas respiratorios (por ejemplo, tos), pero no se recomienda para participantes sanos (recordemos que el documento es de fecha 19 de marzo)

Los organizadores de eventos en colaboración con la salud pública las autoridades pueden considerar la posibilidad de dar información o asesoramiento específico sobre los riesgos potenciales que las personas que tengan un mayor riesgo de enfermedad grave podrían enfrentarse en el marco de una evento masivo, especialmente si el El virus COVID-19 está circulando en la comunidad.

  1. Vigilancia de los asistentes.

Algunas características clave a considerar para la vigilancia incluye:

  • Detección y monitoreo de eventos relacionados COVID-19 se han de considerar en el contexto de sistemas de vigilancia que ya estén en marcha y si se considera necesaria una vigilancia nueva o mejorada.
  • Los organizadores deberán trabajar con las autoridades públicas locales de salud para asegurar que existen sistemas para identificar los indicadores de enfermedades que surjan en la población local o en el caso de los asistentes, como aumentos en el número de personas que experimentan síntomas o un aumento en el uso de medicamentos.
  • Los sistemas de vigilancia deberán operar en tiempo o casi en tiempo real para tener una respuesta rápida.
  • Los sistemas de vigilancia deben estar vinculados a las evaluaciones del riesgo, de modo que cualquier señal anormal en los sistemas de vigilancia desencadenen una revisión inmediata de esa evaluación de riesgos.
  1. Pruebas y procedimientos de diagnóstico

Los organizadores deben analizar con la autoridad sanitaria local cómo y dónde se evaluarán los síntomas relacionados con el COVID-19 que puedan tener los asistentes. Los organizadores deberán asegurarse de que su proveedor de salud tiene acceso a los tests adecuados, probablemente de la agencia nacional de salud pública. Esto también requiere un acuerdo previo sobre cómo transportar muestras o asistentes a la instalación donde se harán los tests.

  1. Instalaciones de tratamiento.

Algunas consideraciones para las instalaciones de tratamiento:

  • Los organizadores del evento deben considerar la necesidad de proporcionar instalaciones de aislamiento en el sitio del evento para participantes que desarrollen síntomas y necesiten estar a la espera de que evalúen su estado de salud. Si esto es necesario dependerá de la naturaleza del evento y hasta qué punto el evento proporcionará su propio servicios médicos en lugar de depender del servicio de salud local para hacerlo. Preparar la instalación para un aislamiento incluye la capacitación de trabajadores de la salud, implementación de control y prevención de infecciones de cualquier ámbito de la salud y preparación del equipo de protección personal para ser utilizado por el personal.
  • Los organizadores deben considerar dónde debe dirigirse cualquier asistente que se encuentre mal en relación con el COVID-19, cómo serán tratados esos síntomas y cómo serán trasladado a una instalación de tratamiento. Es probable que esto sea en un centro nacional de salud donde hay capacidad de contención adecuada y experiencia, por lo que los participantes no podrán permanecer en el centro médico del evento.  Los acuerdos sobre la financiación de estas acciones deben tratarse de manera anticipada.
  • Los participantes en eventos a veces esperan ser retornados a su país de origen para recibir allí atención médica,  en lugar de ser tratado en el país donde se celebra el evento. Esto no será posible para cualquier persona diagnosticada con COVID-19 excepto que haya vuelos específicos de evacuación médica que tengan instalaciones de aislamiento y contención: tales instalaciones son escasas y caras y no están disponibles para enfermedades como COVID-19.
  • Los organizadores deben considerar cómo cualquier asistente afectado será trasladado a casa si su enfermedad se extiende más allá del final del evento y el viaje que tenía contratado de vuelta a su origen ya no está disponible.
  • Los organizadores de eventos que trabajan con salud pública y los funcionarios de salud deben evaluar la capacidad del país para brindar tratamiento de apoyo, incluido el ingreso de asistentes a una unidad de cuidados intensivos y proporcionar respiradores. Tales cuidados deben ser proporcionados cerca del evento, si es posible.
  • Deben revisarse los Planes nacionales para desplegar y proporcionar acceso a suministros médicos, como antibióticos, respiradores y el equipo de protección personal.
  1. Toma de decisiones

En colaboración con las autoridades sanitarias locales, los organizadores deben acordar de antemano las circunstancias en las que las medidas de disminución de riesgos tendrían que mejorarse o posponer o cancelar el evento.  Acuerdo previo sobre potencial los puntos clave facilitará discutir sobre esas decisiones si es necesario .

  1. Prácticas operacionales para reducir la transmisión del virus COVID-19.

Los principios generales básicos para reducir la transmisión del virus COVID-19 en eventos masivos son los siguientes:

  • Se debe aconsejar a las personas que se mantengan alejadas de evento, si se sienten enfermos.
  • Las personas que se sientan mal (es decir, que tengan fiebre y tos) deben quedarse en casa y no asistir al trabajo o escuela y evitar multitudes. Esto se aplica tanto a los asistentes como al personal del evento.
  • Hay que promover la higiene adecuada de las manos y de las vías respiratorias. Difundir los modales respiratorios (por ejemplo, toser en el codo, taparse al estornudar) en lugares de reunión masiva requiere proporcionar materiales informativos que lleguen a rangos diferentes de según grupos de edad y diferentes niveles de educación. Además debe proporcionarse agua y jabón o alcohol. Los desinfectantes para manos y los pañuelos deben ser fácilmente accesible en todas las áreas comunes, y especialmente en los espacios de tratamiento médico en el evento.
  • Las personas que enfermen durante el evento deben ser aisladas.
  • Los organizadores deben considerar la posibilidad de que las personas enfermen con fiebre y otros síntomas típicos de COVID-19 durante el evento. Los organizadores deberían considerar establecer áreas de aislamiento donde tales las personas enfermas pueden ser evaluadas inicialmente. Las personas enfermas pueden recibir una mascarilla para ayudar a contener gotas respiratorias generadas por la tos y estornudos. El área de aislamiento debe estar equipada con los suministros necesarios para facilitar la higiene de manos y los buenos modales respiratorios. Adicionalmente, el personal médico que atiende a personas enfermas debe usar una mascarilla, que hay que desechar inmediatamente después del contacto con alguien enfermo y también debe limpiarse las manos completamente después.
  • Las precauciones habituales se deben practicar con los viajeros que llegan desde destinos internacionales:
    • Si los viajeros tienen síntomas sugestivos de aguda enfermedad respiratoria antes, durante o después del viaje, debe ser alentados a buscar atención médica y compartir su historia/ruta  de viaje con los sanitarios.
    • Las autoridades de salud pública deben proporcionar a los viajeros información sobre la reducción de su riesgo general de infecciones respiratorias agudas a través de la salud profesionales, clínicas de salud de viajes, agencias de viajes, operadores de transporte, y en los puntos de entrada.
  • Se debe minimizar el hacinamiento cuando sea posible, y los organizadores del evento deberían considerar el uso de distanciamiento medidas para reducir el contacto cercano entre personas durante la reunión (por ejemplo, aumentando el frecuencia de transporte, llegadas escalonadas, desvíos salidas, y minimizando la congregación en lavabos y áreas de distribución de alimentos y agua).
  1. FASE POSTERIOR AL EVENTO
  1. Después del evento.

Después del evento, si las autoridades de salud pública sospechan que se ha producido la transmisión del virus COVID-19, los organizadores y los asistentes deben colaborar con la respuesta de las autoridades.

  • Los organizadores deben establecer contactos con las autoridades de salud pública y facilitar el intercambio de información sobre todos los asistentes sintomáticos (como su itinerarios, información de contacto, trámites de visa, reservas de hotel).
  • Los individuos que desarrollen síntomas durante el evento masivo deben aislarse, buscar atención médica e informar al autoridades de salud pública apropiadas sobre su exposición potencial, tanto en el país donde evento se llevó a cabo como al regresar a su país de residencia.
  1. Comunicación de riesgos
  • Puede ser necesario tanto por razones clínicas como por la normativa sanitaria internacional notificar a los países de origen de los asistentes que regresan que hubo personas que desarrollaron el COVID 19 mientras asistían el evento.
  • Los organizadores también deben asegurarse de que los resultados de las pruebas son notificados a los asistentes y a la salud pública del país de origen.
  1. Enseñanzas extraídas

Como siempre, será importante para cualquier evento identificar las experiencias aprendidas a través de la revisión después del mismo, para que puedan servir a futuros organizadores de eventos.

 

  1. Legado

Organizar reuniones masivas durante una emergencia sanitaria mundial es inusual, pero se puede hacer dependiendo del riesgo. Los organizadores deberían considerar cualquier evento como una oportunidad de mejorar sus formas de trabajo y trasladar este aprendizaje a eventos futuros.

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