LOS HECHOS Y LA SENTENCIA
El 22 de mayo de 2017, alrededor de las 22.33h (hora local) se produjo una explosión en el hall del Manchester Arena, estadio con capacidad para 21.000 personas- al final de un concierto de la cantante estadounidense Ariana Grande. El recinto está situado en el centro de la ciudad de Manchester (Reino Unido), al lado de la estación central de tren, Victoria Station. La explosión se produjo cuando la cantante ya había abandonado el escenario y se habían encendido las luces que indicaban el final del espectáculo. El público estaba saliendo y muchos padres y madres se hallaban a las puertas del estadio esperando a recoger a sus hijos e hijas.
Como consecuencia del atentado 22 personas fueron asesinadas y hubo centenares de personas heridas.
Salman Abedi, un británico de 22 años, fue el terrorista que se explosionó usando un artefacto casero que portaba en una mochila en lo que fue un ataque suicida. Salman no había preparado el atentado solo, sino que contó con la ayuda de su hermano Hashem Abedi. Los hermanos Abedi habrían pasado “meses” planeando la explosión y tenían un “objetivo compartido: matar, mutilar y herir a la mayor cantidad de personas posible” (en palabras del fiscal).
El 4 de febrero de 2020 se inició el juicio contra el hermano de Salman Abedi, Hashem Abedi, quien fue detenido el 17 de julio de 2019 a su llegada a Londres, tras ser extraditado por Libia, su país de origen. Hashem fue detenido junto a su padre, pero el padre fue poco después liberado y no se presentó contra él acusación alguna. Después del atentado también hubo otras detenciones, pero todos quedaron libres sin cargos.
Después de seis semanas de juicio, se declaró culpable a Hashem Abedi de la muerte de 22 personas, tentativa de asesinato y conspiración.
LA INVESTIGACIÓN
La «Manchester Arena Inquiry» es una investigación pública independiente, iniciada el 22 de octubre de 2019 por el Ministro del Interior. Su propósito es investigar las muertes de las víctimas del ataque del Manchester Arena. Las audiencias empezaron en septiembre de 2020 y todavía continúan. Cuando concluya la investigación se publicará un informe detallando los hallazgos, así como las posibles recomendaciones. Esta investigación no puede suponer responsabilidad civil o penal alguna, pero sí puede determinar dónde se han cometido fallos en la respuesta y gestión del ataque terrorista. El objetivo de esta investigación por lo tanto es, primero, conocer a fondo y exactamente qué pasó y luego determinar qué se debe hacer para mejorar los procedimientos en el caso que vuelva a ocurrir.
PUNTOS DESTACADOS HASTA EL MOMENTO
Sin perjuicio de que cuando acabe la investigación dediquemos un post a las conclusiones del informe, destaco hasta el momento estos puntos esenciales que son, desde mi punto de vista, los más relevantes:
- Los agentes policiales que han declarado en la investigación admiten la falta o insuficiente formación para abordar un ataque terrorista
- Hubo falta de comunicación y coordinación entre policia, bomberos y servicios médicos. Se testifica por servicios médicos que hubo «discusiones acaloradas» con la policía sobre qué hacer con los heridos.
- Hubo una falta de información sobre cuál era la situación real que se estaba viviendo en el Manchester Arena. Se comunicó que en el Manchester Arena había un tirador activo cuando no era así, lo que condicionó todo el dispositivo. En base a esa errónea información se activó la «Operación Platón», una respuesta preestablecida específica para un ataque terrorista con armas de fuego. Parte de la respuesta de Platón es designar zonas «calientes», «cálidas» y «frías» para evaluar como de seguro era el lugar para que operen los servicios de emergencia. La Operación Platón no era conocida por todos los agentes ni mandos. Cuando la policía supo que no había tiradores activos, no compartió la información con el servicio de bomberos ni ambulancias.
- Con la convicción de que había un disparador activo, los bomberos – siguiendo los Protocolos- estaban preparados para actuar pero no acudieron inmediatamente al Manchester Arena sino que fueron dos horas después del atentado, cuando conocieron cuál era la situación correcta.
- El operador de radio de la policía admite que no debería haber estado en ese puesto aquella noche, ya que no estaba preparado para ello. Asumió el trabajo 25 minutos después de la explosión, cuando su oficial superior le pidió ayuda. Se sentía absolutamente abrumado y estresado por el número de llamadas que recibía. De la mayoría de las llamadas que atendió durante la noche, no sabía la respuesta a las preguntas que le formulaban y no tenía la autoridad para resolver las cuestiones planteadas Aproximadamente una hora y 20 minutos después de la explosión, recibió una llamada de un comandante del servicio de bomberos preguntando dónde estaba el Puesto de Mando Avanzado. Admitió que no sabía que era un PMA y que no tenía ni idea de cómo manejar la situación. No tenía capacitación ni experiencia en incidentes importantes o en respuesta a un ataque terrorista y solo tenía una breve capacitación on line sobre principios de trabajo conjunto de múltiples agencias.
- El superintendente al mando afirmó que «no le habían dado la formación o el conocimiento que debería haber tenido para cumplir ese papel esa noche». No había recibido entrenamiento para gestionar un ataque terrorista, solo había participado en un simulacro varios años antes del 2017. No acudió al Manchester Arena, afirmó que era su intención pero que recibió orden de un superior de no acudir. Recibió críticas por no establecer una táctica estratégica. Fue reemplazado en su papel por otro oficial a la medianoche, unos 90 minutos después del atentado. El superintendente afirmó que no sabía qué era la operación Platón.
- En la creencia que había tiradores activos, dos oficiales armados acudieron al Manchester Arena 15 minutos después de la explosión pero «Nuestro trabajo era hacer que la arena fuera segura asegurándome de que la amenaza de un dispositivo secundario o un pistolero se eliminara por completo para evitar más víctimas o pérdidas de vidas» «Eso significó que no pudimos detenernos y dar primeros auxilios a las víctimas».
- No se estableció un Puesto de Mando Avanzado. La exjefe de Policía manifiesta que debería haber establecido un PMA, ante un incidente importante, se suponía que los comandantes de emergencia de la policía, los bomberos y los servicios de ambulancia se ubicarían en un solo lugar para coordinar la respuesta, pero constató que el personal sanitario y bomberos habían designado diferentes puntos de encuentro.
- La exjefe de Policía manifiesta que de las 9 reuniones previas a mayo de 2017 del «Greater Manchester Resilience Forum» que hubo en el Manchester Arena solo había asistido a tres (el Greater Manchester Resilience Forum es una asociación de agencias con la responsabilidad de coordinar y supervisar la planificación de emergencias cuyo propósito general es garantizar que exista un nivel adecuado de preparación para permitir una respuesta eficaz de varias agencias a los incidentes de emergencia que puedan tener un impacto significativo en las comunidades de Greater Manchester)
- La BTP (British Transport Police) admite sus errores y los concreta en los siguientes puntos: no tener oficiales de patrulla en la estacion Victoria, no tener un oficial en la Sala al final del Concierto, no contar con una evaluación de riesgos por escrito para el concierto, la falta de seguimiento por parte de los oficiales de las instrucciones que daba el sargento de guardia y que el oficial con más experiencia del servicio no estuviera presencialmente en el complejo al final del evento. Desde entonces, la BTP ha realizado cambios significativos en sus procedimientos. Además, hacen reuniones mensuales con el Manchester Arena para hablar sobre los eventos que se celebrarán.
- Solo había tres paramédicos para atender a todos los heridos y el primero de ellos no llegó al recinto hasta 40 minutos después de la explosión. Una de las paramédicos afirma que no habían sido informados de que la policía había declarado la Operación Platón, si lo hubieran estado, no habrían entrado en el vestíbulo, ya que se consideraba una «zona caliente». Otro de los paramédicos afirmó que buscaba la información de lo que estaba pasando en twitter. Por otro lado se admite que los «socorristas» que estaban en el Manchester Arena no tenían la cualificación que se pedía para realizar el servicio en ese tipo de eventos. Muchos de los asistentes con conocimientos de primeros auxilios colaboraron en ayudar a heridos. Hubo una asistente que se hizo un torniquete con la tira de su bolso.
- Se había diseñado un nuevo plan antiterrorista 10 días antes del ataque del Manchester Arena, pero no era conocido por los oficiales superiores. El nuevo plan fue aprobado y distribuido el 12 de mayo pero, debido a un «error administrativo» fue enviado por correo electrónico como «Borrador».
- En 2016 se crearon «tarjetas de acción» para el personal de la sala de control de la policía. Eran recordatorios claros y simples de lo que tenían que hacer durante un ataque terrorista. La idea era que las tarjetas ayudarían a aliviar la presión del oficial de servicio de la fuerza policial quien inicialmente es responsable de coordinar la respuesta de emergencia a cualquier incidente importante. Sin embargo, nadie dentro de la Policía del Gran Manchester puede asegurar que el personal de la sala de control usara las tarjetas de acción el día del atentado.
- El año anterior se había realizado un simulacro que fue calificado como «un gran desastre» Puso en evidencia la falta de coordinación entre los diferentes servicios. Se criticó que la policía de Greater Manchester «se fue después de hacer su parte» en los ejercicios de entrenamiento terrorista que se llevaron a cabo, en lugar de volverse para ayudar al personal de bomberos y ambulancias con las víctimas.
- En marzo de 2017, se hizo un simulacro de mesa entre los tres servicios que reproducía un escenario con terrorista armado y las comunicaciones entre ellos eran motivo de preocupación ya que seguían evidenciando una falta de coordinación.